Washington pone en la mira a los Hermanos Bonques, operadores clave del Cartel Jalisco Nueva Generación en Nayarit, y congela sus activos para combatir el tráfico de fentanilo desde México.
Estados Unidos ha lanzado un nuevo golpe contra la estructura financiera del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El Departamento del Tesoro ha anunciado este martes la inclusión de nueve miembros de los Hermanos Bonques, aliados clave de la organización criminal en el Estado mexicano de Nayarit, en la llamada “lista negra” de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC). Como resultado de las medidas, parte de la ofensiva de Washington para frenar el tráfico de fentanilo desde México, se han congelado los activos bancarios de los sancionados por su supuesta colaboración con el CJNG. “En estrecha colaboración con nuestros aliados del Gobierno mexicano, echaremos mano de todas las herramientas para desmantelar estos esquemas criminales y salvaguardar nuestras comunidades”, se lee en el comunicado de las autoridades estadounidenses.
Washington señala a Roberto Castellanos Meza, alias Beto Bonques, como el líder de la red. Entre los sancionados por la OFAC están también tres hermanos suyos: Iván Atzayácatl, Giovanni y Juan Carlos Castañeda Meza, también conocidos como Axa Bonques, Vanni Bonques y Calocho. Las autoridades estadounidenses aseguran que los Hermanos Bonques son una de “las familias más prominentes” en el tráfico de heroína y otras drogas sintéticas en el occidente de México, con una carrera criminal que se remonta a los años noventa, así como de ser colaboradores cercanos de Rubén Oseguera Cervantes El Mencho, líder y fundador del Cartel Jalisco. También se les vincula con Audías Flores Silva El Jardinero, comandante de la organización criminal en Nayarit.
La familia de Beto Bonques tiene en Xalisco (Nayarit) su principal base de operaciones, de acuerdo con la Casa Blanca. Su mayor negocio es el tráfico de heroína, aunque también han incursionado en el comercio ilegal de otras sustancias, como la cocaína. El líder del clan tiene nexos con Colombia, desde donde trafica la droga con ayuda de avionetas y embarcaciones pequeñas. Castellanos Meza tiene una causa en California por conspiración para distribuir cocaína, apenas abierta el lunes. El golpe a su estructura económica cierra la pinza en la última ofensiva de Washington contra el CJNG.
A finales de 2007, las autoridades mexicanas tuvieron un enfrentamiento con los Hermanos Bonques, después de que las fuerzas del orden identificaran un laboratorio clandestino en Xalisco. Iván Atzayácatl Castañeda fue detenido al intentar darse a la fuga y Juan Carlos Castañeda, hospitalizado tras el tiroteo. Se incautaron 10 kilos de heroína, el equivalente a 200.000 dosis individuales, informaron entonces los medios de comunicación.
José Adrián Castllo, jefe de plaza del CJNG en Tepic, la capital de Nayarit, es otro de los sancionados. Lo acusan de estar en la cartera de clientes de Beto Bonques y de manejar una red que exporta drogas a California, Colorado y Nevada. Luis Alonso Navarro, mano derecha de Castillo, fue incluido por lavado de dinero, trata de personas y tráfico de fentanilo y otras drogas. Tiene una causa criminal abierta en Colorado por 108 cargos de narcotráfico y otros delitos, entre ellos la importación de tres kilos de fentanilo el año pasado. Navarro tenía el doble papel, según Estados Unidos, de facilitar los envíos de droga y “lavar” las ganancias a través de transferencias bancarias que cobraba con identidades y direcciones falsas. Su esposa, Erandiny Jazmin Arias, también fue incluida en la lista negra por ayudar a blanquear el dinero.
El brazo de Navarro tenía nexos con otro matrimonio en Sonora que le enviaba cargamentos de fentanilo, Araceli Castillo y José Sinué Castro. La pareja era un eslabón clave para organizar entregas de píldoras a distribuidores de la red de Navarro que después se enviaban a Estados Unidos. Estar en la “lista negra” implica perder el acceso a cuentas bancarias en el sistema financiero internacional y el bloqueo de propiedades y empresas constituidas a su nombre, cruciales para que el dinero transite de negocios ilegales a compañías fachada.
“Como miembros del Cartel Jalisco Nueva Generación, algunos de los individuos sancionados tuvieron un papel prominente en las primeras etapas de la crisis de opioides de Estados Unidos, un factor determinante en la crisis actual de fentanilo”, señala Washington. Rubén Oseguera González El Menchito, hijo del Mencho, fue declarado culpable en septiembre pasado por los delitos de conspiración para traficar cocaína y metanfetamina, y de uso ilegal de armas en relación a sus actividades criminales, en una corte de Washington DC. La DEA ofrece 10 millones de dólares de recompensa por su padre, el elusivo líder del CJNG, una de las fuerzas criminales más poderosas del mundo.
Fuente: El País.